sábado, 3 de febrero de 2007

BARROCO EROTISMO




Para Harold con dolor

Cual es tu nombre?
Glup,glup,Marcelo, glup, glup
Y cuantos años me dijiste que tenias?
Glup, 18, glup glup, glup


Aunque la oscuridad subterránea del video bar no me permite ver bien su rostro, algo en esa inexperta mamada, ese raspar de dientes maltratándome la pinga, indicaba en efecto que el chiquillo no mentía. Que tan solo era un mocoso perdido desde tempranamente en este anochecedero a pleno día en el corazón de ciudad capital.
Pero bajo la luz del atardecer ya no se veía tan pequeño, tan inocente .Su voz perdió ese afelpado tono que me daba la bienvenida hace pocos minutos cuando lo tropecé en uno de los corredores, porque ahora lo tenia en mis narices con toda su palidez de vampiro adolescente diciéndome altanero: son diez mil pesos señor!,, y que mas daba calmarle el hambre al pobre chico, a quien de seguro le esperaba una dura jornada en el videobar, que de pornografía a nadie se le llena el estomago, que mas bien hay que reponer el semen y la saliva que se pierde con todo aquel que por cuatro mil pesos llega al videobar para que le saquen a chorros el tedio capitalino. Y yo como todo caballero salde mis cuentas, pero aun era tan temprano, y Bogota tenia tanto que ofrecer , tanta iglesia recamada de oro, oliendo a indio evangelizado, tanto museo congelando la historia, tanto ciclo Fellini empapelando las paredes del centro, y fue precisamente hasta allí donde mis pies cansados me llevaron, a los salones de la cinemateca distrital , y ni aun en un lugar como ese, donde todo respira intelectualidad y recato, uno logra escapar a esa mirada de lince que rasga la negrura del recinto erotizándonos. Y a mi que me importa si ofendo a Fellini con mi desacato homosexual cuando desabrocho la bragueta del hippie alemán que esta a mi lado, que le va a molestar al señor Fellini mi escena porno, si de seguro debe estar cogiendole las tetas a tanta mala actriz que debe cundir en los infiernos. He visto esta película veinte mil veces y nunca me canso, digo a mismo cuando siento venir el pegajoso liquido que al instante se achicla en mis dedos y como si nada me limpio en el forro de felpa que tienen las sillas de la cinemateca distrital. Luego salgo disparado, porque aunque no lo parezca tengo muchas cosas que hacer, tengo mis negocios, que cuales negocios? pues escribir! o es que les parece poco, es que solo en el bacín de la burocracia se hace empresa, déjenme y los informo mejor, esta es mi empresa, estos hoteles de paso, estos restaurantes japoneses sin sol naciente, estos fugaces encuentros que avinagran mis ropas, oh dios! Estas calles que voy marcando con migas del pan duro que me dejaron los ratones, con letras en tinta roja escritas en libretas deshojadas, para regresar un día a llorar sobre las Ingratas flores del fracaso.

JOHN BETTER

2 comentarios:

johnbetter dijo...

DIVINO EL TEXTO, MUJER ERES LO MAXIMO

LA LOCA DEL MOÑO

Anónimo dijo...

Buenas...llegué alguna vez a tu blog buscando algo, cualquier cosa sobre Lemebel; después de mucho tiempo volví a él y me colgué leyendo esa suerte de crónicas q escribis y me encantan!
Mar, Salta (Argentina)