jueves, 30 de agosto de 2007

LO QUE EL SIDA SE LLEVO




Hasta ese incierto paìs del nunca jamàs llegaron un dia por primera vez y para siempre un grupo de gays anònimos procedentes del San Francisco de principios de los años 80”s . Cuando aùn se desconocìa la causa de esa rara enfermedad. Cuando todos ignoraban la identidad secreta de ese asesino serial que fue dejando la huella de su tacto enguantado en las primeras vìctimas de aquellos años.


El diablo estuvo suelto durante toda la dècada de los 90”s y ni siquiera las cruces de AZT o el agua bendita de la abstinencia pudieron detenerlo. Los altos sacerdotes de la ciencia mèdica se trastocaron los sesos tratando de encontrar una salida, una cura eficaz, la hostia milagrosa que incinerara de una vez por todas al demonio de la carne. Nada pudo evitar que la octava plaga de Egipto descendiera con toda su furia sobre la humanidad entera. Los siete tazones de la còlera fueron derramados por los angeles apocalìpticos : El SIDA habìa llegado para quedarse …



Y quienes cargaron con toda la culpa, quienes recibieron con el pecho abierto todos los embates de esta epidemia moderna fueron los maricas de todo el mundo a los que la letal enfermedad parecìa perseguirlos hasta los bares, los saunas, los callejones de la prostituciòn y todos esos sitios de mala fama en donde les sorprendìa con las manos en alto y los pantalones abajo, para luego fulminarlos con su rayo virulento.
El trabajo sucio correrìa a cargo de CNN o BBC quienes los televisaban en sus camillas de postraciòn, sarcomidos y cadavèricos ante el horror de una sociedad que en adelante los verìa como una pandemia ambulante que merecìa ser exterminada.





“En la sala de un hospital y de una extraña enfermedad muriò Simòn”, cantaba sospechosamente Willie Colòn a mediados de los 80”s, inolvidable cancioncita que se convirtió en el martirio de mas de una loca pùblica o privada, que no dejaban de sentir cierto escozor al escucharla en mitad de alguna fiesta familiar temiendo repetir la fatìdica historia del “Gran Varòn” . La novelesca canciòn del Boricua que entre otras cosas narraba la historia de un chico oprimido por su padre que un dia decide huir lejos de casa para convertirse en una gran y sofisticada mujer, solo sirviò para ridiculizar a la comunidad gay y acrecentar màs ese aire de rechazo y asco hacia los homosexuales de la època, quienes tenìan que apretar bien el culo al caminar por alguna calle congestionada de gente y en otras ocasiones sacar de lo màs recòndito ese macho molido a palos por las peleas juveniles, habìa que hacerlo si no se deseaba ser victima una vez mas de los insultos y las rechiflas de los verdaderos y grandes varones que se “parchaban” en las esquinas de las tiendas de abarrotes a rascarse las pelotas en mitad del discurso futbolìstico. Fueron dìas de pànico aquellos, si apenas serìa yo un niño de ocho primaveras inmaculadas que daba sus primeros pasos de baile con la Pavlova de maestra en televisora Educativa Nacional y mi inocencia no escapaba a la crueldad de los vecinos que ya hacìan mofa de mi quebradiza forma de caminar y mis maneras algo delicadas.



– Me vieran ahora –


Recuerdo una tarde al regreso del colegio cuando de pronto un grupo de muchachos de la cuadra gritaron acoro: John better tiene sida. En ese momento no supe què decir, no entendìa de què hablaba, en realidad nunca sabìa què responder ante insulto alguno. Cuando se lo contè a mi madre, me tomò en sus brazos y dijo : - no prestes atención , tu no tienes esa cosa .
Cuando a los pocos años de aquel incidente un peluquero del barrio morìa totalmente confinado en la pieza de una de esas viejas casas del barrio las Nieves de Barranquilla que a los pocos años fue clausurada, el rumos de su muerte o mejor del Sida quedò flotando en el aire como una nube contagiosa y amenazante. Esa fue la primera vez que asociè la enfermedad con mi propia orientación sexual, entonces decidì cerrarme por largo tiempo. Pero basta que una vea algún chico descamisado al sol del mediodía mientras juega fútbol con toda su troupe para colgar los hàbitos y tirarlo todo por la borda : los catàlogos de prevenciòn, las advertencias de las campañas publicitarias, los consejos de Monseñor Rubiano . Pero tambièn ha bastado con haber visto caer como moscas a tanto y tantos a travès de los años : Freddy Mercury, Reynaldo Arenas, Manuel Puig, Gustavo Turizo, Fernando Molano, Lorenzo Jaramillo,Luis Caballero… la lista es infinita. Lo que el Sida se llevò, serìa el nombre perfecto de este triste film al que no se le vè un happy end cercano.
Y ahora estoy aquì muchachos, como un cronista anònimo y amarillista en el funeral de alguien a quien apenas lleguè a conocer, Eduardo era su nombre, un coreògrafo de fiesta de quince años, al que la epidemia le pasa hoy su tarjeta de invitaciòn.





Es marzo de 2007, una humilde casa incrustada en los zanjones fangosos del barrio siete de abril, un ataúd se abre en mitad de la sala y allì permanecerà hasta que lo saquen en hombros con rumbo al cementerio central. El ùltimo deseo de Eduardo fue que al morir lo enterraran con un drapeado traje de quinceañera – se ve divina la loca, fue lo que pensè, al mirarla en su ataúd con los vuelos del vestido que se arremolinaban sobre sus hombros. Se veìa hermoso el marica, casi riendo como una muñeca a travès de su cajita plàstica. Allì estaba pues ,la quinceañera cadáver lista para bailar su ùltimo vals de la mano sidada de la señora muerte està muy maquillada, la dejaron prohibida, murmurò una travesti a mis espaldas que esperaba su turno para echarle una ùltima mirada a Eduardo – Por aquì huele a mierda, dijo la misma loca quien se me adelantò al paso, tratando quizàs con su comentario iniciar una conversación. No dije nada, pero era cierto, olìa a mierda, las calles del barrio eran un hervidero de aguas negras que el sol de mediodia evaporaba revelando en el aire el aroma de una Venecia tugurial, una Calcuta de callejones enlodados por los que transitaban caballos enfermos, niños flemàticos comiendo naranjas, nubes de moscas gordas y aturdidas que iban de las ancas llagadas de los caballos a los dedos endulzados de los pequeños . El sùbito abandono de gentes del interior de la sala de velaciòn indican que es la hora para que el cortejo fúnebre empieze su lenta y angustiante marcha. Una gran procesiòn que atravesarà distintos barrios de esa otra ciudad que se oculta tras las vallas de los grandes almacenes de cadena.



El final de esta historia es previsible, la luz del atardecer le dà un color anaranjado a la ùltima escena en el cementerio. Aquì estoy una vez màs, despidiendo con todas sus pompas a Miss Sida, quien hoy viene vestida de chifòn y guantes de encaje, aquì sigo muchachos hasta el final de la funciòn, hasta que peguen el ùltimo ladrillo a la entrada de la bòveda y todo se quede oscuro para siempre. Buenas noches Emilio, Buenas noches Samir, Buenas noches Gustavo, Buenas noches a todos mis muertos, Buenas noches a todos.


7 comentarios:

K dijo...

Estando en segundo semestre en la falcultad de psicologia, hablamos con algunas personas portadoras del virus, algo desgarrador, no puedo llegar ni a imaginarme esas tragedias personales, lo peor es la ignoracia caribe al respecto, la gente sobre todo la nuestra suele ser demasiado violenta. el post es sencillamente maravilloso, hecho desde luego con tu alma de mujer.
besitos

Lanark dijo...

Esta vida a veces es un muy, muy mal viaje. Maldición de Cara Gris.

MalditoPoetaSiniestro dijo...

SIDA...que Dios (con esa palabra sí se posibilita su existencia) me libre.

Ps apócrifa: ¿Cómo así que lanzarás tu libro de poemas? ¿Cómo le hiciste Better?. Sos un culiao.....

True dijo...

bueno, la vida es cruel. o no? pero de igual manera... SÁLVESE QUIEN PUEDA!!

mujerinconveniente dijo...

Es la tercer vez que lo leo. maravilloso y triste,Better...para heteros,homos y heteroflexibles CONDON, CONDON,CONDON....NO TENEMOS OTRAOPCIÓN.

ABRAZO PERVERSO.

Unknown dijo...

interesante, lemebel es tu idolo

visita mis blogs

un abrazo desde el pais de lemebel

addio.-

Anónimo dijo...

la realidad nos toca de distintas formas..pero el miedo nos llega a todos por igual, mis felicitaciones por tan buen texto se�orita.....